Cuidados personales en el trasplante

Alimentación

El trasplante permite no tener restricciones de ningún tipo en la alimentación. Así, al no tener las restricciones originadas por los otros tratamientos es natural que se quiera volver a disfrutar de las comidas "prohibidas" hasta el momento.

Pero se tiene que tener en cuenta que la medicación que se toma ( por ejemplo cortisona) hace que se aumente de peso al mismo tiempo que aumenta el apetito. Esto aconseja controlar el sobrepeso, el aumento de colesterol y azúcar mediante la moderación en la dieta.

Medicación y controles médicos.

Es el eje central para el buen mantenimiento del órgano trasplantado. Antes de salir de la clínica el paciente tiene que tener claro qué medicamentos tiene que tomar, en qué dosis y cómo las debe de tomar.

Es muy importante no modificar la dosis de los medicamentos ni tomar ninguna otra medicación que no haya sido aprobada por el nefrólogo (cuando otro especialista le recete alguna medicación, consultar con el nefrólogo para ver si es la más adecuada). Puede ser útil crearse una tabla con la medicación semanal. En caso de un error en la toma de los medicamentos, HAY QUE APUNTARLO Y COMUNICARLO AL NEFRÓLOGO.

Estilo de vida

Llevar una vida sana: descansar o dormir unas 8 horas diarias, no fumar, no consumir bebidas alcohólicas.

Es posible que la medicación que se toma pueda producir algunos efectos secundarios en la piel: aparición de bello corporal (hirsutismo), verrugas, infecciones por hongos, acné, sequedad cutánea, estrías, envejecimiento precoz de la piel, mayor sensibilidad a los traumatismos.

Para evitar estos problemas se recomienda mantener la piel bien hidratada, evitar golpes, reducir la exposición al sol y utilizar protección solar.

El trasplante puede afectar a la sexualidad en: